Llegar a la “Ciudad Perdida” en la Sierra Nevada de Santa Marta es un episodio que ningún turista que recorra Colombia deseará perderse. Llamada también Teyuna o Buritaca-200, esta es una civilización que se constituye como asentamiento de los indígenas Tayronas. Su descubrimiento se le atribuye a un grupo de arqueólogos en el año 1976 aunque, de acuerdo con investigaciones arqueológicas realizadas en dicho poblado, este fue fundado alrededor del 800 D.C. y abandonado en algún momento.
El área cuenta con un aproximado de 13 hectáreas de superficie y es un lugar asombroso e impresionante que se caracteriza principalmente por su arquitectura compleja, compuesta por plataformas circulares que constituían el asiento de las viviendas de los Tayronas. Así mismo, el turista podrá observar redes de escalones y caminos que servían de enlace entre los pobladores y que hoy día constituyen senderos para que los visitantes caminen al ritmo que deseen sin riesgo de desviarse. También se encuentran canalizaciones de agua que mantenían la ciudad a través del transporte hidráulico para la población y conservación de la fertilidad de los suelos.
El visitante se encontrará también con una variedad de dibujos y pinturas grabadas en piedra así como petroglifos, destacándose entre ellos la Piedra de Donama, roca que resalta por los distintos significados que se han realizado de sus símbolos. Así las cosas, Ciudad Perdida se convierte en un sitio obligatorio para el turista que desee conocer el rico patrimonio y acervo cultural indígena de Colombia. Específicamente en esta área aún habitan unos 50.000 aborígenes, tales como Koguis y Arhuacos. La ciudad se encuentra a unos 1700 metros de altura en la cuenca del Río Buritaca, siendo una reserva arqueológica nacional reconocida como una de las 7 maravillas de Colombia.