La Quinta de San Pedro Alejandrino es reconocida como el lugar donde Simón Bolívar, El Libertador de 5 naciones incluida Colombia, suspiró su último aliento de vida. La Quinta debe su nombre al padre Francisco de Godoy quien, tras fundarla el 02 de febrero de 1608, decide llamarla “La Florida San Pedro Alejandrino” en homenaje al mártir español Pedro Godoy. Dicha hacienda cambió unas 15 veces de propietarios, pasando por acaudalados dueños como los Mondragón, Orozco, De Mier, entre otros.

A propósito de los De Mier, hay que resaltar que a finales del siglo XIX, le fue otorgada al español Don Joaquín de Mier y Benitez, quien antes de fallecer la hereda a su hijo Manuel de Mier. Este último eventualmente la da en venta al departamento de Magdalena, que la declara Monumento Nacional Histórico, transformándose en un sitio turístico de enorme atractivo, debido a que rememora las glorias y penas del Libertador, su lucha en los campos de batalla y su ideal desinteresado por las causas justas.

Bolívar llega a la Quinta el 1º de Diciembre de 1830 luego de comunicar su renuncia a la presidencia de la Gran Colombia, donde es recibido en calidad de invitado por Joaquín de Mier y Benitez. Al cuarto día de estancia, es víctima de una terrible enfermedad que lo hace permanecer en cama hasta el día 17 cuando perece, no sin antes enviar a las naciones que formó un mensaje libertario repleto de unión y fraternidad. Actualmente, la Quinta conserva muchos de los aspectos que la distinguían en sus inicios, tanto elementos arquitectónicos como mobiliario, que la llevan a ser el destino obligado para los amantes de la historia que visitan la ciudad.